11 may 2011

Tu me enseñaste a querer; No me enseñes a olvidar, porque no quiero aprender.

Dicen que los peces tienen una memoria tan pequeñita que rara vez recuerdan el lugar dónde han estado cinco minutos antes.
A veces estaría muy bien ser como los peces, ¿verdad? De ese modo podríamos olvidar aquellas cosas que hemos hecho mal, aquellas de las que nos arrepentimos, aquellas que nos han causado daño… Podríamos olvidar los días tristes, las noches llorando, los momentos de soledad, los minutos viviendo como si de un mero trámite se tratase. Pero no recordar todo esto también implicaría no recordar los momentos que nos hacen felices… 
¿Estarías dispuesto a ello?
Yo prefiero vivir como hasta ahora, vivir recordando todo lo que he hecho, esté bien o esté mal; porque así puedo recordar cada buen momento, cada lágrima, cada sonrisa, cada abrazo, cada persona que como alguien importante ha formado parte de mi vida, cada consejo que me han regalado, cada bonita tarde que he tenido gracias a los que me quieren, cada minuto perdiendo el tiempo y siendo feliz. Por ello; en definitiva, prefiero vivir así porque puedo recordar cada pequeño detalle del que he construido mi vida… Porque así puedo recordar que me han querido y que he querido y que aunque no haya sido merecedora de todo lo que han hecho por mí, a fin de cuentas, lo han hecho; y me quedo con esos recuerdos.
No quiero tener memoria de pez porque me faltarían los recuerdos de los momentos vividos a tu lado, y ellos forman algo que no cambio ni por el simple hecho de seguir viviendo.

Hace unos años soñaba con ser un pez. Si no te acuerdas de nada puedes levantarte cada día y vivirlo todo como si fuese la primera vez. 
La primera canción, La pimera pareja, El primer beso..
Hace varios años, mi madre me dijo que la felicidad es la clave para la vida. Cuando fui a la escuela me preguntaron qué quería ser cuando fuera grande, y escribí: Feliz .
Me dijeron que no entiendía la pregunta y yo les dije que eran ellos los que no entendían la vida.

6 comentarios:

  1. Hay días en los que me encantaría ser un pez, la verdad. Y es que, ¿a quién no?
    Pero estoy de acuerdo contigo en que, pensándolo bien, no querría ser un pez. Tanto por olvidar los buenos momentos como por olvidar los malos. Al fin y al cabo, de esos siempre aprendemos y, a pesar de lo duros que son, acaban sirviendo para algo bueno como eso.
    Me gustó mucho, como siempre :)
    un abrazo grande

    ResponderEliminar
  2. Adoro tus entradas. Siempre contienen cosas realmente increibles =)

    ResponderEliminar
  3. OMG!!! Me encanta esta entrada y todas las demás, llevo como media hora viciada a tu blog (¬¬) eres genial! Sigue así! :D

    ResponderEliminar
  4. Hola linda! Queria agradecerte por haber pasado por mi blog, por tomarte tu tiempito y leerme y tambien por dejar tu comentario.
    Me alegro mucho que te halla gustado mi entrada.
    No queria dejar de saludarte porque para mi es muy importante tu visita y tu opinion.
    Espero leernos seguido...
    Te felicito por tu hermoso blog, de verdad me encanta....♥
    Saludos gigantones!
    Y hasta la proxima.... ;)

    ResponderEliminar
  5. HOLA ME PARECE QUE LOS PECES NO TIENEN NADA NADA NADA NADA QUE HACER EN TODO EL DIA... NECESITO TU AYUDA, PUES RESULTA QUE A MI EX LE DI TODO MI CORAZON Y PUES LAS COSAS NO SALIERON COMO YO PENSABA... TERMINAMOS Y DESPUES ME PIDIO VERNOS MEDIJO K LE ENSEÑARA A OLVIDAR Y PUES NOSUPE K DECIRLE YA QUE UNO APRENDE DE LOS ERRORES... DISCULPA SER TAN GROSERO CON LOS PECES... JEJEJE

    ResponderEliminar